Es comprensible que como padres queramos proteger a nuestros hijos de todo lo que les pueda perjudicar. Pero, a pesar de que esta es una de las funciones de los padres, hay un punto que si excedemos nos podemos convertir en padres sobreprotectores con hijos que pueden llegar a tener problemas más adelante debido a esto.
La sobreprotección, más allá de lo que muchas madres puedan pensar, no es un beneficio que le damos a nuestros hijos. Podemos decir que en muchos casos es, incluso, un perjuicio para ellos.
Nuestros hijos tienen que aprender por ellos mismos lo que es perjudicial y lo que no lo es, y aprender de sus propios errores. En caso contrario, cuando los niños son sobreprotegidos, nos encontraremos con personas que pueden llegar a sufrir mucho cuando no tengan la protección familiar.
Como padres debemos ayudar a nuestros hijos a convertirse en personas responsables e independientes.
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