Marcos
5:22-41
5:22 Y vino uno de los principales de la sinagoga, llamado Jairo; y luego que le vio, se postró a sus pies,
5:23 y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija está agonizando; ven y pon las manos sobre ella para que sea salva, y vivirá.
5:24 Fue, pues, con él; y le seguía una gran multitud, y le apretaban.
5:25 Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre,
5:26 y había sufrido mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor,
5:27 cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto.
5:28 Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva.
5:29 Y en seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote.
5:30 Luego Jesús, conociendo en sí mismo el poder que había salido de él, volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos?
5:31 Sus discípulos le dijeron: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado?
5:32 Pero él miraba alrededor para ver quién había hecho esto.
5:33 Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad.
5:34 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; vé en paz, y queda sana de tu azote.
5:35 Mientras él aún hablaba, vinieron de casa del principal de la sinagoga, diciendo: Tu hija ha muerto; ¿para qué molestas más al Maestro?
5:36 Pero Jesús, luego que oyó lo que se decía, dijo al principal de la sinagoga: No temas, cree solamente.
5:37 Y no permitió que le siguiese nadie sino Pedro, Jacobo, y Juan hermano de Jacobo.
5:38 Y vino a casa del principal de la sinagoga, y vio el alboroto y a los que lloraban y lamentaban mucho.
5:39 Y entrando, les dijo: ¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no está muerta, sino duerme.
5:40 Y se burlaban de él. Mas él, echando fuera a todos, tomó al padre y a la madre de la niña, y a los que estaban con él, y entró donde estaba la niña.
5:41 Y tomando la mano de la niña, le dijo: Talita cumi; que traducido es: Niña, a ti te digo, levántate.
Hoy en día la
situación que vivimos todos los habitantes de esta tierra es de dificultades,
pero Jesús nos dijo solo cree, así que
tenemos que creer en ese que puede solucionar nuestros problemas. Se acuerdan
ustedes en la biblia cuando los discípulos llegaron preocupados porque no
tenían para pagar los impuestos que exigían los gobiernos de roma y él les dijo
a sus discípulos vayan y agarren un pez ahí encontraran la moneda para pagar, y
a eso le llamamos un milagro.
Hay momentos
en que solo un milagro puede sacarnos de la situación en que nos encontramos.
Los milagros
no vienen de casualidad, hay que correr los obstáculos que llevan a conseguir
ese milagro, Jesús les dijo a sus discípulos vayan al mar a pescar un pez, si
ellos no lo lograban no hubieran podido vencer el obstáculo para lograr el
milagro.
Según la cita
bíblica a Jesús se presentó un hombre con un problema, tenía una hija enferma y
ningún médico había podido hacer algo para sanar a esta niña.
Lo primero
que este hombre hizo fue postrarse a los pies de Jesús, venciendo toda la
oposición que llevaba este por ser Judío, a los cuales no les era permitido
postrarse a los pies de un hombre según ellos.
El problema
que usted pueda tener hoy, lo puede lograr a través de un milagro que puede
hacer Jesús en su vida, pero debe de tener fe y creer que Jesús tiene el poder
para hacerlo.
Cuando
agoniza tu fe es cuando necesitas un milagro, necesitas llenarte de Cristo, de
su evangelio, de cantos, de la lectura de la biblia, de la presencia de Dios
para que puedas cambiar tu vida.
La invitación
es que venzamos los obstáculos para recibir un milagro del Señor.
Por : Jose Luis Iglesias
Por : Jose Luis Iglesias
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